Madhusweta Das y Sumeet Kaur
En términos de producción, la cebada es el cuarto cereal más importante del mundo. El grano se explota principalmente como pienso o como materia prima para la producción de malta, y sólo una pequeña fracción, alrededor del tres por ciento de la producción total, se utiliza actualmente para la alimentación humana. El uso generalizado de maíz, trigo y arroz como principales cereales alimentarios ha relegado actualmente a la cebada a la condición de subutilizada. La mala calidad de horneado y el desarrollo de un color gris/oscuro al cocinarlo, probablemente, han desalentado el uso de la cebada en la alimentación humana. Sin embargo, en cuanto a la composición, la cebada contiene almidón como carbohidrato principal, bajo contenido de grasa, proteínas de calidad moderada, minerales, vitaminas, especialmente vitamina E (tocoferoles y tocotrienoles) y otros antioxidantes, principalmente polifenoles, y fibra dietética insoluble y soluble, es decir, β-glucanos, químicamente (1-3,1-4)-β-D-glucanos. Investigaciones recientes han afirmado que, debido a los β-glucanos, el consumo de cebada en los alimentos ofrece varios beneficios para la salud que alivian los problemas de los trastornos del estilo de vida. Estos incluyen el control del nivel de colesterol y glucosa en sangre y la inducción del efecto de saciedad necesario para controlar el peso corporal. El potencial de la cebada como prebiótico ha aumentado significativamente, ya que los β-glucanos promueven el crecimiento de microorganismos intestinales beneficiosos. Además de esto, los tocotrienoles como antioxidantes han sido el foco de creciente interés de la investigación por su acción hipocolesterolémica. Además, los tocotrienoles pueden afectar el crecimiento y/o la proliferación de varios tipos de células cancerosas humanas. Para aprovechar los impresionantes beneficios para la salud, se puede recomendar la incorporación de cebada en los alimentos mediante una tecnología mejorada para superar los llamados efectos indeseables. Sin embargo, en línea con la creciente conciencia de la salud, varios productos de grano entero se están popularizando ahora sacrificando los colores deseables. Se aprecia que a través de una investigación y un desarrollo sostenidos, la cebada, actualmente infrautilizada, se considerará un alimento preciado para una buena nutrición y salud en el futuro cercano.