Sara A George, M Shailaja Raj, Diana Solomon y Roselin P
La actividad antifúngica de las nanopartículas de óxido de zinc y dióxido de titanio se evaluó mediante el tratamiento de ocho cultivos de hongos (Aspergillus niger, Trichophyton, Fonsecaea, Aspergillus flavus, Rhizopus oryzae, Fusarium, Ramichloridium schulzeri y Cladosporium) aislados de piel infectada y escamas de caspa con las nanopartículas y analizando el grado de inhibición del crecimiento en agar y en caldo. La actividad antifúngica de estas nanopartículas también se comparó con la de sus respectivas formas particulares a granel, así como con dos antifúngicos de uso común, a saber, la anfotericina B y el miconazol. Se descubrió que las nanopartículas eran más efectivas que las partículas a granel y casi tan eficientes como la anfotericina B, sin embargo, se descubrió que el miconazol era un mejor antifúngico en una concentración igual. Las nanopartículas de óxido de zinc resultaron ser mejores antifúngicos que el dióxido de titanio, por lo que se evaluó su actividad antifúngica en diferentes concentraciones para identificar la concentración que muestra una actividad antifúngica similar a la de 3 μg/ml de miconazol. El motivo de realizar este estudio fue investigar la posibilidad de reemplazar los fármacos antifúngicos utilizados actualmente con nanopartículas en aplicaciones tópicas para tratar la micosis.