Aravamuthan Anandhasayanam, Subramaniam Kannan, Nandha Kumar, Senthi Kumar y Manoj G Tyagi
El alcoholismo es una bomba de relojería que puede explotar en cualquier momento. En la deshabituación al alcohol existe una clara necesidad de un farmacéutico, ya que el tratamiento implica medicamentos, un seguimiento continuo del paciente, el éxito depende de la farmacoterapia, el mantenimiento de la salud y también de la psicoterapia en coordinación con un psiquiatra y un médico, el asesoramiento del adicto y de la familia del adicto, la participación integrada de todos los recursos, el entorno y el enfoque, incluida la comunicación y la claridad del proceso de tratamiento y la ayuda requerida por el farmacéutico. El objetivo principal del presente estudio fue identificar las lagunas como farmacéutico y superarlas para aumentar las tasas de éxito de todo el programa de deshabituación al alcohol. Se identificaron 6 parámetros básicos y se introdujeron cambios en el centro para observar el cambio en los resultados. Estos fueron el lenguaje utilizado, el lenguaje de ayuda a la comunicación, la comodidad en el centro, la motivación ambiental, la adherencia a la medicación y el comportamiento de los asesores con el adicto. Tras una observación inicial de las circunstancias imperantes en el centro, se realizaron ciertos cambios en el lenguaje, en la ayuda comunicativa, en el procedimiento de dispensación de medicamentos, en el entorno y en el comportamiento del consejero con el adicto. Se buscaron y analizaron las respuestas. La puntuación total de todos los parámetros fue extremadamente significativa (P<0,0001) después de que se implementaran los cambios para crear una atmósfera propicia en el centro. La incorporación de un farmacéutico puede considerarse un requisito esencial en un escenario en el que los tratamientos farmacológicos y no farmacológicos desempeñan un papel vital en la mejora de las tasas de éxito de los resultados.