Yonca Yanli
El uso de medicamentos en el preoperatorio está muy extendido en la actualidad. Aproximadamente el 50% de los pacientes sometidos a cirugía toman medicamentos de forma habitual, con una media de 2,1 fármacos por paciente. Los tipos de medicamentos de uso habitual más habituales son los destinados al tratamiento de trastornos cardiovasculares, del sistema nervioso central y gastrointestinales. La media de medicamentos aumenta con la edad, los procedimientos vasculares y otros procedimientos mayores. De estos medicamentos, el 45% tienen alguna interacción potencial con los agentes anestésicos y la cirugía durante el periodo perioperatorio, lo que puede dar lugar a hemorragias, inestabilidad hemodinámica, mayor consumo de anestésico, retraso en la recuperación de la anestesia o complicaciones respiratorias, hepáticas y renales. Por tanto, el manejo de la medicación preoperatoria crónica supone un grave reto para todos los anestesiólogos y cirujanos. Sin embargo, las directrices clínicas y basadas en la evidencia sólida en relación con el manejo de la medicación preoperatoria son limitadas y no hay consenso sobre la estrategia óptima. Muchas empresas farmacéuticas muestran poco interés en evaluar las interacciones farmacológicas y, debido a problemas éticos, no es adecuado realizar investigaciones clínicas basadas en la evidencia.