Cedric Demtroder, Gerhard Tophoven, Jurgen Zieren, Clemens Tempfer y Marc A. Reymond
Antecedentes: Además de las superficies de la sala y del hardware en la sala de operaciones, los instrumentos utilizados durante la quimioterapia con aerosol intraperitoneal hipertermia (HIPEC) o la quimioterapia con aerosol intraperitoneal presurizado (PIPAC) representan otra fuente potencial de contaminación. Las regulaciones actuales en Alemania prohíben la reesterilización de dispositivos médicos utilizados para distribuir radioisótopos o fármacos citotóxicos. Métodos: Examinamos el proceso PIPAC para identificar qué instrumentos pueden estar potencialmente contaminados con quimioterapia y para determinar el nivel efectivo de contaminación de estos instrumentos con platino antes y después de la esterilización. El análisis fue ciego y realizado por un laboratorio de certificación externo. Resultados: Durante la PIPAC, solo la cámara laparoscópica está expuesta a la quimioterapia y no es un instrumento de un solo uso. Todos los demás instrumentos laparoscópicos, trócares, tubos, etc. se retiran antes de la aplicación de la quimioterapia o son instrumentos de un solo uso. Se examinaron once cámaras para detectar la presencia de trazas de platino. Tres muestras se limpiaron antes de la esterilización, ocho muestras después. Todas las muestras no mostraron trazas de platino después de la esterilización. Una de cada tres cámaras limpiadas antes de la esterilización mostró una cantidad detectable de platino, correspondiente al 0,001 por ciento del fármaco aplicado durante la PIPAC, o 1:10-6 de una dosis habitual de quimioterapia sistémica. Conclusión: Después de la PIPAC, se detectaron rastros mínimos de platino en la cámara laparoscópica. Después de la esterilización, no se detectaron más rastros de platino. Concluimos que las cámaras laparoscópicas se pueden reutilizar de forma segura después de la PIPAC.