Abdul Rahman Samy Ismail
Introducción
Una de las causas más importantes de ictus y embolización periférica es la presencia de lesiones ateroscleróticas de la aorta que pueden producir daño neurológico grave, así como fallo multiorgánico y muerte. La modalidad de elección para el diagnóstico de estas ateromas es la ecocardiografía transesofágica (ETE), aunque otras exploraciones como la tomografía computarizada, la resonancia magnética y la ecografía epiaórtica intraoperatoria siguen siendo complementarias.
Descripción del caso
Una mujer de 61 años con antecedentes de DM tipo II, hipertensión, dislipidemia y vesícula biliar de porcelana diagnosticada un mes antes de su ingreso pero que rechazó el tratamiento quirúrgico se presentó en el hospital quejándose de dolor epigástrico intenso y vómitos. Sus medicamentos en casa incluían agentes hipoglucemiantes orales, agente antiplaquetario, medicamentos antihipertensivos y una estatina. Se la examinó mediante TC de abdomen con contraste y se encontró incidentalmente que tenía un infarto agudo total del riñón izquierdo que se confirmó mediante exploración con DMSA. También se observaron infartos esplénicos crónicos. Se realizó una ecocardiografía transtorácica que no mostró nada destacable. Posteriormente, la paciente desarrolló un temblor en el brazo izquierdo, por lo que se le realizó una TC y una RMN cerebral sin contraste que mostraron una lesión isquémica subaguda con cambios ateroscleróticos avanzados observados en la arteria cerebral interna vertebrobasilar, cavernosa y supraclinoidea, así como en las arterias cerebelosa anterior proximal izquierda y cerebelosa media. Se realizó una ecocardiografía transesofágica que mostró una placa aterosclerótica compleja de tamaño moderado con un componente alargado móvil en el arco aórtico y la aorta descendente. Se le ofreció al paciente un tratamiento endovascular, pero lo rechazó. Por lo tanto, se le iniciaron anticoagulantes y se programó un seguimiento regular.
Discusión
A pesar del tratamiento antiplaquetario, el riesgo de accidente cerebrovascular y embolización periférica sigue siendo alto en estos pacientes. La información proporcionada por la ecocardiografía transesofágica incluye la composición, la movilidad, la ulceración y la relación anatómica de la placa con el origen de los grandes vasos. Se puede considerar la terapia anticoagulante oral en pacientes con accidente cerebrovascular y ateroma del arco aórtico para prevenir futuros accidentes cerebrovasculares recurrentes y embolización.