Salomón Getnet Meshesha
Introducción: La disponibilidad de medicamentos de calidad inferior o falsificados en el mercado supone un grave problema de salud pública y un impacto significativo en la economía nacional. Las estimaciones actuales indican que el 10% de los medicamentos de venta con receta que se venden en todo el mundo son de calidad inferior, falsos o están contaminados, y en algunas partes de África y Asia, las cifras superan el 50%. La concienciación de los profesionales sobre los medicamentos falsificados es un problema importante que podría conducir a una crisis de salud pública. Este estudio tuvo como objetivo evaluar el conocimiento, la actitud y la práctica de los profesionales de las farmacias comunitarias en relación con las farmacias comunitarias en Adís Abeba, Etiopía.
Métodos: Se empleó un diseño de estudio transversal de base institucional con una técnica de muestreo aleatorio sistemático en profesionales de farmacias comunitarias. Los datos se recogieron mediante un cuestionario estructurado y los datos recopilados se analizaron utilizando el paquete estadístico para ciencias sociales (SPSS) versión 25. Se utilizaron estadísticas descriptivas simples para describir las variables.
Resultados: Entre los 323 farmacéuticos comunitarios, 264 (81,7%) conocían los SFM y solo 98 (37,1%) de ellos los definían correctamente. Entre los que sí los conocían, 196 (74,2%) encuestados afirmaron que el principal país de origen de los SFM era la India, seguido de China 103 (39%) y Etiopía 43 (16,3%). Los antibióticos 128 (48,5%), los medicamentos para enfermedades crónicas 94 (35,6%) y los medicamentos caros y no disponibles 79 (29,9%) fueron la clase de medicamentos mencionados con mayor frecuencia y con mayor riesgo de falsificación. Mientras que la suspensión de mebendazol 46 (45%), el metronidazol 32 (31,4%) y los culturistas 31 (30,4%) se encontraban entre los SFM mencionados con mayor frecuencia que encontraron. El nivel medio de acuerdo de los participantes en las preguntas sobre actitudes estuvo entre 2,02 y 4,19, mientras que el uso y la práctica de los SFM fue muy bajo.
Conclusión: Este estudio indicó que los conocimientos y la práctica de los profesionales de farmacia comunitaria eran moderados y que una gran proporción de ellos tenía una actitud positiva, aunque parecía haber diferencias entre las preguntas sobre la actitud. Se identificaron como medios para abordar la gestión de los servicios de farmacia comunitaria el diseño y la implementación de programas de educación continua sobre la gestión de los servicios de farmacia comunitaria y la aplicación de leyes de vigilancia.