Abdul Razzaq Mughal, Muhammad Haroon Sarwar y Muhammad Sarwar*
El presente artículo tuvo como objetivo explorar el diagnóstico, los signos y síntomas, los factores de riesgo, el tratamiento y la prevención entre los pacientes con fiebre reumática. La fiebre reumática es común en todo el mundo y responsable de muchos casos de válvulas cardíacas dañadas. La fiebre reumática aguda afecta principalmente al corazón, las articulaciones y el sistema nervioso central. Esto suele ocurrir de 2 a 4 semanas después de la infección bacteriana por Streptococcus en el cuerpo del niño. La cardiopatía reumática es la enfermedad cardíaca adquirida más común en niños entre las edades de 6 y 15, y solo el 20% de los primeros ataques ocurren en adultos. Sin embargo, la edad mayor de 19 años y una familia numerosa aparecieron como factores de protección para la cardiopatía reumática. El hacinamiento y el bajo nivel de educación de las madres aumentaron el riesgo de cardiopatía reumática entre los pacientes con fiebre reumática. La residencia urbana, las personas que viven en casas construidas con ladrillos, tener tres o más hermanos y las madres que trabajan fuera de casa, aparecieron también como factores de riesgo significativos. La prevención primaria de la fiebre reumática aguda se logra mediante la identificación apropiada y el tratamiento antibiótico adecuado de la faringoamigdalitis por estreptococo betahemolítico del grupo A. El diagnóstico de la faringoamigdalitis estreptocócica se logra mejor combinando el juicio clínico con los resultados de las pruebas diagnósticas, y el criterio estándar para ello es el cultivo de garganta. La penicilina (penicilina V oral o penicilina benzatínica inyectable) es el tratamiento de elección, porque es rentable, tiene un espectro de actividad estrecho y una eficacia demostrada desde hace mucho tiempo, y no se ha documentado la resistencia de los estreptococos a la penicilina. Para las personas alérgicas a la penicilina, las alternativas aceptables incluyen una cefalosporina oral de espectro estrecho, clindamicina oral o varios macrólidos o azálidos orales. La información proporcionada en este documento no debe utilizarse durante ninguna emergencia médica ni para el diagnóstico o tratamiento de ninguna condición médica. Se debe consultar a un médico registrado para el diagnóstico y tratamiento de todas y cada una de las condiciones médicas. El médico a cargo del cuidado del niño podría hacer recomendaciones más detalladas para prevenir la fiebre.