Karrie Williams
La reducción de la varianza, o reducción del error estándar, es un elemento bien conocido de la gestión clásica de carteras. La desviación estándar, por otra parte, ha sido criticada porque no tiene en cuenta el fenómeno de las "colas gruesas" en las probabilidades de costes y penaliza tanto los máximos como los mínimos. El valor en riesgo, o VaR, es una herramienta más frecuente en los escenarios prácticos que el intervalo de confianza. Sin embargo, debido a defectos matemáticos (falta de curva y homogeneidad, así como de continuidad adecuada), y su incapacidad para adaptarse al tamaño de las pérdidas prospectivas por debajo del límite que encuentra, también ha sido problemático. El valor en riesgo condicional, CVaR (también llamado VaR de diferencia y de cola en algunos entornos), un concepto similar, ha demostrado ser superior en varios aspectos y, por lo tanto, más adecuado para la optimización de las decisiones de planificación financiera. Una teoría que vincule estas diversas estrategias y permita evaluar sus impactos es vital para una estrategia financiera sólida. Fue pionera en el concepto de una medida de riesgo cohesiva, demostrando que el VaR carecía de cohesión. A pesar de que hubo mucha motivación, la "coherencia" no ha logrado arraigar en la comunidad de aplicaciones. El axioma, que trata de la suma de un valor fijo a la salida de una variable aleatoria financiera, ha sido un obstáculo. A pesar de sus explicaciones, mucha gente ha cuestionado esa premisa. Es posible que esta dificultad se deba a un malentendido del término "pérdida". La pérdida denota una consecuencia negativa, aunque muchos profesionales la interpretan como un déficit en comparación con las expectativas. Esto se ve agravado por el hecho de que, en la mayoría de las aplicaciones, se utilizan el VaR y el CVaR para evaluar dichos déficits en lugar de la pérdida pura.