Febe Johnson
Platón (428-348 a. C.) y su famoso discípulo Aristóteles (384-322 a. C.) solían debatir el significado filosófico de la palabra azar en la antigüedad. Antimenes (530-510 a. C.), un griego, inventó el primer sistema de seguros en el año 324 a. C., que garantizaba una suma de dinero contra victorias o derrotas en sucesos específicos. Debido a las diversas incertidumbres de la vida cotidiana, como la salud, el clima, el nacimiento, la muerte y los juegos, nació el concepto de azar o variables aleatorias como resultado de un experimento (por ejemplo, la longitud de un objeto, la altura de las personas, la temperatura en una ciudad en un día determinado). Casi todas las medidas matemáticas y científicas tienen la cualidad fundamental de que los resultados fluctúan de un ensayo a otro. En otras palabras, los resultados son, en general, aleatorios. Como resultado, la cantidad que nos interesa medir se denomina variable aleatoria.