Jagatpati Tah y Anuj Mamgain
Desde la antigüedad, el ser humano siempre ha sentido un gran entusiasmo por la jardinería con flores y plantas ornamentales. La importancia económica de las plantas ornamentales (plantas florícolas) ha ido en aumento y su demanda internacional en todo el mundo se ha expandido rápidamente con el paso del tiempo. Las tendencias mundiales y los centros de producción de cultivos florícolas cambian continuamente. Una tendencia predecible en el mercado internacional de las flores es el mayor énfasis en la calidad. Los factores de calidad relacionados con la conservación de la calidad poscosecha incluyen las influencias ambientales en la longevidad de las flores, así como la influencia de microorganismos patógenos, incluidas las enfermedades virales. A medida que aumenta la competencia en el mercado mundial, la calidad se ha convertido en un factor más importante. Aumentar la vida útil de las plantas en florero o en maceta es un objetivo importante. Se han creado un gran número de unidades de floricultura basadas en tecnologías de invernadero para la exportación de sus productos. Estos avances han tenido un efecto en el cultivo de flores en condiciones de campo abierto y, por lo tanto, se ha producido un crecimiento significativo en el sector de la floricultura, que ahora está experimentando un cambio en términos de tecnología de producción, embalaje y almacenamiento, variedades y calidades de productos, cantidad de producción y mecanismo de comercialización. En esta plataforma reciente, el miembro de la planta dicotiledónea cariofilácea Dianthus caryophyllus (clavel) es un cultivo florícola importante, basado en la temporada comercial. Crece bien en climas templados en todo el mundo y es popular como flor cortada por el color abigarrado de sus pétalos. Por lo tanto, tiene una gran demanda de mercado en el comercio internacional. En esta era moderna, se notó una demanda agronómica de cultivares de alto rendimiento de este cultivo. El desarrollo de cultivares con características florales más deseables y mayor productividad también es muy importante en este cultivo. Varios caracteres biométricos/agrométricos, a saber: Los parámetros de crecimiento (altura de la planta madura, número y longitud de brotes y entrenudos, número de macollos, nudos, hojas, diámetro del tallo, longitud-anchura de las hojas, etc.), parámetros de floración (días hasta la floración, apertura de los brotes, desarrollo de la flor, longevidad de la flor, etc.), parámetros de calidad de la flor (longitud, circunferencia y diámetro, peso de la flor, número de pétalos, división del cáliz, etc.) y parámetros de rendimiento (número de flores/planta y semillas/inflorescencia, peso de las semillas, etc.) variaron enormemente de una variedad a otra. Estos parámetros sirven como características clave para el programa de mejora de cultivos en el que la mejora genética por mutación desempeña un papel vital.