Úrsula Windberger
Los estudios comparativos son herramientas útiles para investigar las relaciones entre estructura y función en medicina y biología si los modelos animales están bien seleccionados. Se ha investigado la reología de muchas suspensiones de sangre animal y hay datos disponibles sobre las propiedades de la membrana de los glóbulos rojos [1,2]. Los modelos animales desempeñan un papel en la investigación cardiovascular básica, pero también en el desarrollo de dispositivos médicos o en el campo forense del análisis de patrones de manchas de sangre cuando la sangre humana no está disponible por razones éticas o prácticas. Por lo tanto, conocer el comportamiento de la sangre animal en diferentes condiciones de flujo es crucial para el resultado del estudio; en el mejor de los casos, las propiedades de la sangre animal son similares a las del estándar humano. La comparabilidad se logra si hay una coincidencia en las propiedades intrínsecas (deformabilidad, propiedades de la superficie) y extrínsecas (tamaño, forma) de los glóbulos rojos y en el acoplamiento entre las células sanguíneas y el plasma sanguíneo. En una comparabilidad perfecta, la resistencia al flujo sería la misma, pero tener solo el mismo hematocrito no es suficiente. La naturaleza ha desarrollado tantos fenotipos de glóbulos rojos diferentes para la misma tarea fisiológica, de modo que la reología de la sangre refleja más bien una huella digital para cada especie; Nunca se puede encontrar una combinación perfecta para todas las circunstancias. Por lo tanto, el uso de sangre animal es siempre un compromiso, sin embargo, la selección de especies se puede optimizar al definir bajo qué condición de flujo la sangre animal debe coincidir con la sangre humana.