Houda Miftah
El campo de la interconexión cerebro-ordenador (BCI, por sus siglas en inglés), en constante crecimiento, ha tenido un impacto significativo en muchas personas que padecen enfermedades que van desde la parálisis hasta el accidente cerebrovascular, al mejorar su vida cotidiana y su comunicación. Al mismo tiempo, el desarrollo de la interconexión cerebro-ordenador presenta importantes problemas éticos y sociales, como la seguridad y la privacidad de los usuarios, el consentimiento informado, así como la humanidad y la personalidad.