Elze C. van Hamelen
Con el consumo de recursos naturales y la atención al daño a la naturaleza, se ha percibido el camino hacia la mantenibilidad. Numerosos artículos de opinión han identificado los requisitos y las oportunidades para avanzar hacia la mantenibilidad (Azapagic y Perdan, 2014; Bakshi y Fiksel, 2003; Daoutidis et al., 2016; Stouffer et al., 2008). Una y otra vez, destacamos temas de mantenibilidad: hay un enfoque en la ciencia verde, el cambio ambiental, la economía circular o las formas de pobreza. De vez en cuando, observamos los numerosos desafíos facetados de la mantenibilidad como profundamente interconectados. Las causas subyacentes de estos desafíos residen en la impracticabilidad clave de la forma en que organizamos nuestras organizaciones y sistemas sociales. La mantenibilidad comprende columnas monetarias, naturales y sociales (EES). Un producto sustentable puede considerarse como un producto que tiene una influencia EES insignificante a lo largo de su ciclo de vida (Jaafar et al., 2007). El símbolo de sustentabilidad contiene los datos accesibles de cómo se puede organizar y reutilizar el artículo (es decir, los procedimientos de reutilización y la tasa de surtido). Al final de la utilización, algunos pueden reutilizarse recuperando ciertos elementos para ensamblar un artículo similar o diferentes artículos. En otro caso, el artículo se organiza mediante un vertedero o cremación. En vista de las leyes de la termodinámica y el estudio sociológico sobre el funcionamiento sólido de los sistemas sociobiológicos, el Marco para el Desarrollo Sostenible Estratégico (FSSD) reconoce cuatro impulsores subyacentes de impracticabilidad. Juntos, comprenden las condiciones límite o los estándares de estructura para que las humanidades se mantengan dentro de las limitaciones del planeta Tierra. De esta manera, los términos establecen un significado científico de progreso para la planificación práctica, la determinación y el control de sustancias, materiales y productos sintéticos. La Evaluación Estratégica del Ciclo de Vida (SLCA) aplica los estándares de manejabilidad en cada período del ciclo de vida del producto: crea un "mapa de calor", combina puntos de vista sobre compuestos sintéticos, economía circular y ODS, y brinda orientación para un desarrollo de sustentabilidad convincente. Al aplicar estos estándares de mantenibilidad de manera minuciosa y deliberada, el punto de vista de los marcos que lo sustentan garantiza soluciones integrales e integradas, evitando soluciones que solo provoquen efectos secundarios o soluciones que provoquen inconvenientes en otras áreas. The Natural Step ha estado ayudando a las organizaciones a aplicar estos estándares desde mediados de los años 90. Aquí nos centramos en la aplicación y en los conocimientos sobre el desarrollo de productos indirectos/económicos.