Deepak Kumar Punna*
Se estima que la meningitis mata a 164.000 niños en todo el mundo cada año. Según estudios de población, la incidencia de la meningitis bacteriana aguda en China oscila entre 6,95 y 22,3 casos por cada 100.000 niños menores de 5 años, y la meningitis bacteriana aguda es más común en entornos con pocos recursos. Las consecuencias negativas de la meningitis bacteriana en los países desarrollados se han reducido significativamente gracias a las estrategias de vacunación, el tratamiento con antibióticos y la buena calidad de los centros de atención. Muchos países en desarrollo siguen enfrentándose a casos de meningitis bacteriana en niños, lo que se atribuye a la falta de aplicación de programas de vacunación contra patógenos meníngeos. Aunque la tasa de mortalidad asociada a la meningitis bacteriana es inferior a la de otras causas importantes de enfermedades infantiles, sigue siendo alta, y aproximadamente el 50% de los niños que sobreviven a la meningitis bacteriana desarrollan complicaciones neurológicas como derrames subdurales o enfisema, abscesos cerebrales, déficits neurológicos focales, hidrocefalia, anomalías cerebrovasculares, alteración del estado mental y convulsiones. El seguimiento preciso de las estimaciones específicas de patógenos de la meningitis bacteriana es un desafío en muchos países debido a la disponibilidad limitada de vigilancia basada en laboratorio y al uso indebido de antibióticos. Los resultados tardíos e insuficientes de los cultivos de líquido cefalorraquídeo y la tinción de Gram dificultan el tratamiento, en particular en pacientes con complicaciones neurológicas. Con el uso generalizado de la tecnología de imágenes médicas, la hidrocefalia causada por meningitis bacteriana ha atraído recientemente una creciente preocupación. Un metaanálisis de los riesgos globales y regionales de chillido incapacitante por meningitis bacteriana encontró que desde 2010 el aumento general de la hidrocefalia en niños mayores de 1 mes con meningitis bacteriana es del 7,1%,4 y la hidrocefalia es el principal factor de mortalidad. Realizamos un estudio de un solo centro para investigar las características clínicas y los factores de riesgo relacionados con la hidrocefalia en niños con meningitis bacteriana, con el fin de facilitar la identificación temprana y la evaluación precisa.
La hidrocefalia congénita es una enfermedad grave que puede surgir por múltiples causas. Comprende un grupo diverso de enfermedades que provocan alteraciones de la circulación y la absorción del líquido cefalorraquídeo. La incidencia es de 0,4 a 0,8 por cada 1000 nacidos vivos y mortinatos. Esta enfermedad es causada por mutaciones en el gen Xq28 que codifica L1, una molécula de adhesión celular neuronal. En general, el riesgo de recurrencia de la hidrocefalia congénita, excluida la hidrocefalia ligada al cromosoma X, es bajo; las cifras de riesgo empírico encontradas en varios estudios varían de <1% a 4%. Destacamos la importancia de realizar investigaciones clínicas adicionales.