Susan Cherian, Rajendra Singh, Anjaneya, Singh KP
La glicoproteína del virus de la rabia desempeña un papel fundamental en la patogénesis de la enfermedad, ya que permite la unión del virus a los receptores potenciales en el lugar de inoculación, la entrada en las neuronas, la fusión del virus con la membrana endosómica, la transcripción y traducción del genoma viral, la replicación, su transporte retrógrado a neuronas superiores y la producción de anticuerpos neutralizantes. La capacidad de la glicoproteína para activar el sistema inmunitario y la posterior producción de anticuerpos neutralizantes se ha explotado para la producción de vacunas recombinantes que, en el futuro, pueden resultar una opción eficaz frente a las alternativas disponibles para la inmunización tanto de seres humanos como de animales. Las vacunas de cebo oral para la fauna silvestre que se utilizan actualmente se basan en esta tecnología, lo que proclama la utilidad práctica y la aplicación en el campo de esta tecnología. Los anticuerpos monoclonales contra la glicoproteína se están utilizando para el marcado de epítopos en varios aislamientos del virus de la rabia y también pueden ser una opción superior para la profilaxis posterior a la exposición en seres humanos. La propiedad de transporte retrógrado garantizada por la glicoproteína se utiliza en la investigación del cerebro para revelar las conexiones neuronales complejas y explorar las funciones normales del cerebro, lo que también puede mejorar nuestra comprensión de los trastornos cerebrales y las posibles alternativas de tratamiento. Además, los péptidos basados ??en glicoproteínas y los vectores virales pseudotipados pueden ser una mejor opción para la administración de fármacos o genes al cerebro en diversos trastornos nerviosos que tienen la ventaja de superar la barrera hematoencefálica de forma no invasiva. Por lo tanto, la glicoproteína de la rabia tiene efectos tanto perjudiciales como beneficiosos.
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