Salomón Mengistu
En el banco de genes del Instituto de Biodiversidad de Etiopía, las enormes colecciones de germoplasma de maíz aún no están caracterizadas en cuanto a la magnitud de la variabilidad genética entre sí. Sin embargo, conocer la contribución de los caracteres individuales es esencial para centrarse en caracteres particulares en el desarrollo de cultivares. Por lo tanto, este experimento se llevó a cabo en 92 accesiones de maíz que aún no se habían caracterizado y 2 controles locales para estimar la magnitud de la diversidad genética entre los genotipos e identificar los principales caracteres agromorfológicos que contribuyen a las variaciones observadas. El experimento se organizó en Diseño Aumentado en siete bloques en Arsi-Negele en la temporada principal de cultivo de 2016. Los caracteres utilizados para el análisis fueron días hasta la floración, altura de la planta, altura de la mazorca, mazorca por planta, días hasta la madurez, longitud de la mazorca, hileras de granos por mazorca, peso de mil granos y rendimiento por parcela. Los 94 genotipos se agruparon en cuatro grupos donde el grupo I, II, III y IV comprendían 30, 21, 23 y 20 genotipos respectivamente. Los genotipos de maduración temprana y cortos se agruparon en el grupo IV, los de maduración tardía en el grupo II y los genotipos de alto rendimiento y altos en el grupo I. El análisis de componentes principales indicó que el primer componente principal (PC1) tuvo un valor propio de 4.4 y refleja el 48.85% de la variación total, esto representa el equivalente de dos variables individuales y las dos variables que ponderaron más que las otras variables son la altura de la planta y la longitud de la mazorca. El segundo componente principal (PC2) registró un valor propio de 1.63 y mantuvo el 18.11% de la variación total y se relacionó con la diversidad entre genotipos debido a la mazorca por planta (EPP). Además, los componentes principales 3 a 9 mostraron más de un valor propio, por lo que representan el equivalente de una variable individual cada uno explicó el 0.98%, 0.78%, 0.68%, 0.35%, 0.15%, 0.03% y 0% respectivamente hacia la variación observada entre genotipos. El resultado asegura la existencia de una alta divergencia genética entre los genotipos de maíz estudiados.