Jaspinder Kaur
Los hábitos alimentarios juegan un papel importante en los riesgos cardiovasculares al mantener la salud y prevenir enfermedades. El presente estudio tuvo como objetivo determinar la influencia de los hábitos alimentarios en los factores de riesgo para la salud. Se realizó un estudio transversal para relacionar la actividad física, el índice de masa corporal, el alcohol, el síndrome metabólico, el estrés, la edad, el género, el empleo y la educación con los hábitos alimentarios. Los resultados se analizaron mediante la prueba de Chi cuadrado con significación estadística de un valor p <0,05. En los resultados, el vegetarianismo (59,55%) fue más prevalente que el omnívoro (40,46%) en la población del estudio. Las mujeres (61,72%; p <0,001), la edad >50 años (76,08%), el bajo nivel de educación (66,50%; p <0,05), el nivel socioeconómico alto (38,76%), el desempleo (76,55%; p <0,001) y el estilo de vida sedentario (65,07%) se asociaron con el vegetarianismo. Por el contrario, la omnívora se encontró relacionada con el género masculino (66,20%; p<0,001), el consumo de alcohol (54,93%; p<0,001), el insomnio (28,87%) y el estilo de vida activo (38,03%). La prevalencia de síndrome metabólico (33,80%; p<0,05), hipertensión (51,41%), disglucemia (27,46%), obesidad (56,34%) y dislipidemia (34,51%) fue mayor en omnívoros que en vegetarianos (síndrome metabólico: 23,92% (p<0,05); hipertensión: 43,06%; disglucemia: 22,01%; obesidad: 48,32%; y dislipidemia: 27,75%). El vegetarianismo juega un papel protector contra el síndrome metabólico y sus componentes. Por lo tanto, se puede concluir que las personas de alto riesgo, una vez identificadas, pueden ser alentadas a familiarizarse con opciones sin carne a través de recetas, libros de cocina, recursos en línea y clases; y sus cuidadores médicos pueden contar con la experiencia de profesionales dietistas para garantizar una nutrición completa y brindar instrucción grupal o individual sobre la planificación del menú y temas relacionados.