Syed Muhammad Ali
El vólvulo de vesícula biliar (VVB) debido a la rotación de la vesícula biliar (VB) alrededor de su propio mesenterio es una emergencia quirúrgica poco frecuente y a menudo se identifica intraoperatoriamente. Por lo general, la colecistitis es el diagnóstico clínico inicial, pero un alto índice de sospecha en las imágenes puede alertar al médico sobre la posibilidad de un VVB que requiera una intervención quirúrgica urgente. Describimos el caso de una paciente joven con hipoplasia/atrofia del segmento posterior del lóbulo hepático derecho y una VB sin uniones hepáticas sino solo pedículo mesentérico; una combinación de variantes anatómicas que no se ha clasificado antes. Presentó un primer episodio de dolor subcostal derecho intenso de inicio repentino. Los hallazgos de la ecografía y la colangiopancreatografía por resonancia magnética fueron sugestivos de VVB. Se le realizó una exploración laparoscópica que confirmó el VVB de una VB flotante con una arteria cística trombosada. Se destorsionó la VB y se realizó una colecistectomía. Tuvo un curso postoperatorio sin incidentes y fue dada de alta sin complicaciones. El examen histopatológico mostró un hematoma intramural de la vesícula biliar con necrosis de la pared. El vólvulo de la vesícula biliar (VVB) debido al giro de la vesícula biliar (VB) alrededor de su propio mesenterio es una crisis de cuidado poco común. Esta condición se reconoce con frecuencia intraoperatoriamente y menos del 10% se analiza preoperatoriamente. La alta duda clínica es la principal herramienta que puede ayudar a un médico a colocar esta conclusión poco común en su lista de diagnósticos diferenciales. A pesar de que hay cuatro tipos de anomalías anatómicas descritas hasta ahora, el paciente presentado en este artículo tiene anomalías de tipo 1 y tipo 2 que nunca se han explicado en el escrito y pueden considerarse como un subtipo de ambos tipos o un tipo diferente (tipo 5) en general. La hipoplasia/degeneración segmentaria de la proyección derecha es inexplicable ya que no hay antecedentes de lesiones en la niñez o enfermedades hepáticas. Se descarta la agresión intrauterina al hígado ya que hay alejamiento de los sistemas de entrada.