Samia Nugali
La EV o epidermodisplasia verruciforme es una genodermatosis caracterizada por la vulnerabilidad a las infecciones por el virus del papiloma humano que conducen al desarrollo inicial de lesiones diseminadas similares a verrugas planas y pitiriasis versiciora. Casi la mitad de todos los pacientes que tienen EV desarrollarían neoplasias cutáneas, lo que lleva al carcinoma de tipo Bowen (invasivo) y carcinomas de células escamosas in situ que ocurren principalmente en áreas expuestas al sol en los cuarenta o cincuenta años. Un hombre saudí de 55 años llegó a la clínica con una queja principal de un crecimiento que se extendía desde la uña del pie. Tenía este crecimiento desde hacía un año y estaba aumentando de tamaño. El crecimiento era indoloro y se extendía desde la uña larga y dura del pie. Se llevaron a cabo las investigaciones necesarias, incluido el hemograma completo, las pruebas de función hepática, la velocidad de sedimentación globular y la biopsia de piel. Y se confirmó un diagnóstico final de epidermodisplasia verruciforme. El tratamiento quirúrgico es sustancialmente bastante eficaz. Los abordajes preferidos incluyen la reconstrucción del defecto con injertos de espesor total o parcial, la escisión completa o los colgajos locales. La quimioterapia sin o con radioterapia, como en nuestro caso, puede ser beneficiosa para lograr la regresión del tumor/los ganglios linfáticos antes de la cirugía. La cirugía micrográfica de Mohs puede preservar los tejidos sanos, que son importantes para estos pacientes afectados por múltiples cánceres de piel y con riesgo de recurrencia. Otra opción alternativa es el tratamiento no quirúrgico. Se han probado diferentes tipos de métodos de tratamiento no quirúrgico para el EV, como retinoides orales y tópicos, inmunoterapia, interferón, crioterapia y electrodesecación. El EV es esencialmente un cáncer genético y es de origen viral, y también podría considerarse como un modelo de oncognesis cutánea por VPH.