Byong H Lee
Los ácidos grasos omega-3 (ácidos grasos ω-3) aportan importantes beneficios para la salud en enfermedades cardiovasculares, cánceres y otros trastornos fisiológicos y cognitivos. A lo largo de los años, el pescado ha sido la principal fuente de ácidos grasos ω-3; sin embargo, el problema de la sobrepesca y la contaminación en el medio marino exige fuentes nuevas y sostenibles de ácidos grasos omega-3. Los microbios marinos son ricos en ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico (DHA), por lo que constituyen una fuente alternativa prometedora a las principales fuentes dietéticas, el pescado y el aceite de pescado. La ingeniería metabólica extensa y derivada de transgenes de microorganismos que producen PUFA ω-3 de cadena corta también se ha vuelto muy importante para mantener la producción de ácidos grasos ω-3. Mientras tanto, la interesterificación y la transesterificación de grasas y aceites siguen siendo medios atractivos para producir PUFA ω-3 para el consumo humano y con fines terapéuticos. En esta revisión, analizamos los enfoques alternativos recientes para la producción de ácidos grasos ω-3.