Nisha Dhama, Nitika Sharma y Aditya Thotakura
La enfermedad de Alzheimer (EA) es la principal forma abierta de demencia en personas adultas y un problema importante para los pacientes, los padres y el sistema de seguridad social. Es un problema de salud general inevitablemente importante; se espera que el número de personas que viven con EA aumente drásticamente durante las próximas décadas, lo que hace que la búsqueda de medicamentos y herramientas para cuantificar la progresión de la enfermedad sea cada vez más crítica. Esta revisión se basa en una consulta de Medline, la Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistémicas y las bases de datos de referencia de publicaciones importantes. Los encabezados de temas y las palabras clave utilizadas fueron enfermedad de Alzheimer, demencia, degeneración neuronal esencial e infecciones leves. Solo se incluyeron los artículos escritos en inglés. La conclusión todavía se realiza básicamente teniendo en cuenta la historia y los exámenes físicos y neurológicos. Los medicamentos recomendados son pocos y de eficacia limitada, y sirven principalmente para moderar o retrasar la progresión y no para curar la enfermedad, a pesar de la amplia investigación de las empresas farmacéuticas. Los inhibidores de la colinesterasa ofrecen cierta ayuda en el tratamiento de alteraciones psicológicas y funcionales, así como de alteraciones conductuales de la normalidad en pacientes con enfermedad en etapa leve, moderada o grave. El antagonista del N-metil-d-aspartato (NMDA), la memantina, también es eficaz solo o en combinación con inhibidores de la colinesterasa en las fases moderadas a graves de la enfermedad. Los últimos avances en la fisiopatología de la EA han dado lugar a prometedores tratamientos en investigación, incluido el desarrollo de inhibidores de la γ- y β-secretasa y la vacunación activa y no activa contra la proteína β amiloide.