Deepak Kumar*, Naveen Kumar Bathula
La endocarditis infecciosa puede ser una enfermedad letal. En las últimas décadas, la incidencia de la enfermedad no ha disminuido debido al cambio de las condiciones de riesgo. Las complicaciones de la endocarditis infecciosa pueden afectar las estructuras cardíacas cuando la infección se propaga dentro del corazón o las estructuras extracardíacas cuando la causa suele ser de origen embólico. En la mayoría de los pacientes, hay una variedad de problemas. La literatura informa una complicación de la endocarditis infecciosa en el 57%, dos en el 26% y tres o más en aproximadamente el 14% de los pacientes examinados. El patógeno infeccioso, la duración de la enfermedad antes de la terapia y el tipo de tratamiento son algunas de las variables que afectan la aparición de complicaciones específicas. Es difícil evaluar la verdadera incidencia de las complicaciones porque las revisiones publicadas se basan en revisiones retrospectivas de historias clínicas y se utilizan diferentes criterios de diagnóstico. La decisión sobre la indicación o el momento de la cirugía debe ser individualizada y basarse al menos en cardiólogos y cirujanos cardíacos. La causa más importante de la endocarditis infecciosa es la insuficiencia cardíaca congestiva. Los abscesos perianulares son una complicación relativamente frecuente de la endocarditis infecciosa (entre el 42% y el 85% de los casos durante la cirugía o en la autopsia, respectivamente), asociada a una mayor morbilidad y mortalidad. La embolización puede afectar al sistema nervioso central, pero también a otros órganos. Debido a la siembra directa del bazo por un émbolo o un infarto leve, existe una complicación poco frecuente de la endocarditis infecciosa. Las complicaciones neurológicas se desarrollan en el 20% al 40% de los pacientes con endocarditis infecciosa y representan un subconjunto peligroso de complicaciones.