Hans Olaf Baack*
ANTECEDENTES: La aplicación de terapias láser de Clase IV en las últimas dos décadas es una modalidad física en continuo crecimiento basada en sus efectos de bioestimulación y alivio del dolor, al mismo tiempo que es una terapia no invasiva. Debido a su alta potencia de salida que puede proporcionar efectos térmicos y acortar el tiempo de terapia, así como la longitud de onda larga que permite una penetración superior en estructuras profundas en comparación con las terapias láser de bajo nivel, hace que el láser de Clase IV sea una opción de terapia láser preferida. A medida que las tendencias tecnológicas cambian y avanzan, la demanda de láseres automatizados que salen al mercado se está expandiendo. Es de vital importancia que la confiabilidad de dichos sistemas láser automatizados cumpla o supere ciertos estándares y expectativas de confiabilidad en comparación con las aplicaciones de terapia láser manual. OBJETIVO: El objetivo de este estudio fue evaluar la homogeneidad de la propagación de la energía entregada por la pieza de mano manual y las aplicaciones del sistema de escaneo automatizado al área de la espalda de 100 cm2 con una potencia máxima de 30 W y una longitud de onda única de 1064 nm. MÉTODOS: 70 pacientes fueron asignados en dos grupos según sus tipos de piel de acuerdo con la escala de Fitzpatrick. El grupo I consistió en tipos de piel II y III, mientras que el grupo II consistió en tipos de piel IV y V. Los métodos de tratamiento fueron los mismos para ambos grupos, donde cada paciente recibió un tratamiento inicial con el aplicador manual y una semana después recibió tratamiento con el aplicador automático. Se utilizó una cámara infrarroja Fluke para obtener imágenes térmicas y valores de ambos métodos de tratamiento para comparación (cualitativa y cuantitativa). RESULTADOS: Con base en la evaluación de imágenes térmicas, diferencia media de temperatura para cada aplicación y evaluación del coeficiente de homogeneidad, se observó una diferencia significativa (p>0,01) entre la aplicación manual y la aplicación automática para ambos grupos de tipos de piel, en la que la aplicación automatizada proporcionó una distribución más homogénea de energía en comparación con la aplicación manual utilizando la pieza de mano. Además, no hubo diferencia significativa (p>0,01) para ninguna de las aplicaciones en diferentes grupos de tipos de piel. CONCLUSIÓN: Se encontró que la aplicación láser automatizada de clase IV, con una única longitud de onda de 1064 nm y una potencia de hasta 30 W, proporciona una mayor distribución homogénea de energía en relación con la aplicación manual de clase IV.