Diva da Silva Tavares
Los compuestos orgánicos volátiles (VOC) de los olores de la piel pueden ofrecer señales químicas para los insectos antropofílicos, que incluyen vectores de enfermedades infecciosas, como la malaria, el dengue, la fiebre amarilla y la leishmaniasis. De hecho, la piel representa la interfaz entre los insectos hematófagos y los huéspedes humanos. El conocimiento sobre los aspectos ecológicos que involucran estas señales químicas y sus efectos sobre la orientación de los insectos puede ser información útil para desarrollar estrategias en el control de estas enfermedades. En realidad, muchos estudios se han ocupado de la influencia de los olores de la piel en el comportamiento de atracción/repelencia de los mosquitos y se ha informado que los olores de la piel son cruciales para la selección del huésped por parte de estos insectos. Sin embargo, se sabe muy poco sobre cómo estos olores pueden actuar sobre los flebótomos, vectores de la leishmaniasis, que se consideran enfermedades olvidadas. El presente trabajo tuvo como objetivo investigar los compuestos de los olores de la piel humana que pueden ser atractivos para los flebótomos. Para tal propósito, se desarrolló un método de muestreo para la recolección y extracción de olores de la piel humana, que facilita el muestreo en el campo.