Attou Amina, Davenne Dominiqu, Benmansour Abdelhafid y Lazouni Hamadi Abderrahmene
El uso de plantas medicinales es tan antiguo como la civilización humana y se están haciendo esfuerzos continuos para mejorar las plantas medicinales o producir sus productos en grandes cantidades a través de varias tecnologías, especialmente para la búsqueda de nuevas sustancias antimicrobianas para combatir los microbios que constantemente desarrollan resistencia a los antibióticos sintéticos. Para evaluar la actividad antibacteriana de 3 aceites esenciales de plantas (Ammoides verticillata, Mentha pulegium y Ruta chalepensis) contra cepas bacterianas aisladas de muestras de pacientes hospitalizados, se utilizó un método de difusión de disco y para ver la relación entre la actividad y la composición, los tres aceites esenciales se analizaron por GC/MS. El aceite esencial de Ammoides verticillata mostró una excelente actividad tanto en bacterias grampositivas como gramnegativas, seguido por Mentha pulegium que tiene un efecto medio, pero los dos aceites esenciales son inactivos contra Pseudomonas aeruginosea. Luego, el aceite de Ruta chalepensis es muy débil o inactivo en todas las bacterias, esto le da al aceite esencial de Ammoides verticillata el índice promedio aromático más alto de 0,89 en bacterias seleccionadas. La composición química apoya las acciones antibacterianas de estos aceites volátiles, el aceite de Ammoides verticillata, rico en compuestos fenólicos, especialmente timol, tiene el mejor efecto en comparación con el aceite de Mentha pulegium que se caracteriza por la presencia de monoterpenos, y por último las cetonas en el aceite de Ruta chalepensis evitan que tenga actividad antibacteriana.