Indranil C, Tathagata R, Sunirmal B
El nuevo auge dentro de la red estructural en forma de tubo es esencial para la razón de la proliferación, así como la propagación del proceso patológico, de las células cancerosas depende de la asociación del suministro de elementos y nutrientes y, por lo tanto, de la eliminación de productos de desecho. Los nuevos vasos sanguíneos y tumorales se forman a través de procesos llamados crecimiento y linfangiogénesis, respectivamente. El crecimiento está regulado por cada molécula de materia y sustancia. Más de una docena de proteínas diferentes fueron diagnosticadas como activadores e inhibidores angiogénicos. Los niveles de expresión de los componentes angiogénicos reflejan la agresividad de las células neoplásicas. El descubrimiento de inhibidores angiogénicos debería ayudar a reducir tanto la morbilidad como la mortalidad por carcinomas. Muchos pacientes han recibido atención médica antiangiogénica hasta ahora. A pesar de su eficacia teórica, los tratamientos antiangiogénicos no han demostrado ser útiles en términos de supervivencia a largo plazo. Existe una necesidad imperiosa de un nuevo plan de tratamiento integral que combine los antiangiogénicos con los tratamientos citorreductores convencionales en el tratamiento del cáncer. A medida que aumenta el historial clínico, la formación de nuevos vasos sanguíneos a partir del epitelio de la vasculatura existente es clave en el crecimiento, la progresión y la metástasis de las neoplasias.