Melle Ekane Maurice, Nkwatoh Athanasius Fuashi, Amos Fang Zeh, Esong Lionel Ebong, Ngongpan Honourine Mengwi y Olle Ambe Flaubert Gildas
La relación entre los seres humanos, la biodiversidad y el ecosistema ha sido un tema de interés ecológico, social y político en las últimas décadas. Las tendencias en la población de vida silvestre han seguido los cambios asociados con las intervenciones humanas, como la expansión de la urbanización, la tala, la agricultura y la caza. Por lo general, la interferencia humana en los hábitats de la vida silvestre y la explotación de las especies silvestres han dejado a la vida silvestre vulnerable. Este estudio tuvo como objetivo evaluar el impacto negativo de las actividades humanas en la vida silvestre en el parque nacional de Kimbi-Fungom. Los datos de la investigación se recopilaron mediante la colocación de transectos de 3 kilómetros en diferentes lugares del parque nacional. A lo largo de estos transectos, se registraron los signos o la presencia de actividad humana. El estudio reveló un vínculo significativo entre la actividad humana y los cambios estacionales, χ2 = 8,182 gl = 14 P < 0,05. Además, la asociación entre las actividades humanas y animales χ2 = 72,290 gl = 70, P < 0,05 dentro del parque nacional fue un reflejo de una relación forzada. Además, en el parque nacional se observan muchas actividades antropogénicas, que suponen un gran desafío para la conservación de la vida silvestre. Entre las actividades humanas observadas en el parque nacional, la agricultura fue la más destacada (13,16 %), seguida de cerca por la captura de animales salvajes (11,84 %). El plan de gestión de conservación de un parque nacional impide la agricultura y la matanza de animales dentro de su área, pero en un sistema de gestión de conservación que no prevé tierras agrícolas alternativas y zonas de caza para los habitantes locales, la tendencia a la invasión es muy esperable. La caza insostenible de animales salvajes, la recolección de recursos forestales no madereros y las diversas formas de cultivo en el parque nacional de Kimbi-Fungom están planteando muchas cuestiones de conservación sobre el bienestar de estos recursos. La ecología de los primates, especialmente las especies de primates arbóreos, depende tanto de los árboles para su supervivencia que el cultivo de cultivos y la tala de árboles han constituido muchos problemas para estos animales. En consecuencia, la población de primates puede enfrentarse a un grave declive y a su extinción si las autoridades de conservación no la controlan adecuadamente. Sin embargo, este estudio recomienda un plan de gestión de conservación sostenible como remedio ecológico.