Rajesh Kumar Singh
Las mariposas son una hermosa creación de la naturaleza. La supervivencia de estas especies se vuelve muy crítica debido al aumento de contaminantes corrosivos en la atmósfera. Los contaminantes corrosivos reaccionan con el oxígeno húmedo y el agua para formar ácidos inorgánicos y orgánicos. Los óxidos de carbono, óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre, óxidos de haloenos e hidruros de azufre forman ácido carbónico, ácido nítrico, ácido nitroso, ácido sulfúrico, ácido sulfuroso y haloácidos. Los ácidos orgánicos son ácido fórmico, ácido acético y ácido benzoico. Las mariposas entran en contacto con estos ácidos corrosivos para desarrollar células de corrosión microbioelectroquímica. Las reacciones de oxidación y reducción comienzan en el cuerpo de la mariposa. Altera el proceso catabólico y anabólico de las mariposas. Este tipo de reacción de células de corrosión destruye la vida de las mariposas. Estos contaminantes corrosivos reducen el crecimiento de su población. Los gases de efecto invernadero, la lluvia ácida, el agotamiento del oxígeno y el calentamiento global también están produciendo efectos negativos en su vida. Los ácidos mencionados anteriormente se convierten en nubes y llegan a la superficie terrestre en forma de gotitas de agua. La lluvia ácida acelera la reacción de corrosión en las mariposas. La concentración de dióxido de carbono y metano aumenta día a día en la atmósfera debido a la industrialización, el transporte, la urbanización, la deforestación, la quema de carbón y las obras de desarrollo de infraestructuras. Estos gases aumentan la temperatura circundante de la Tierra, de modo que su vida se vuelve crítica. Los gases corrosivos, la lluvia ácida, el agotamiento del oxígeno y los gases de efecto invernadero se convierten en una amenaza para su supervivencia. Las partículas se adhieren fácilmente a las mariposas y reaccionan con la humedad para producir ácido y base. Es la principal causa de corrosión en sus partes corporales.