Pan Singh Dhoni, 1* Ravinder Kumar 2
En la tecnología moderna, el sistema de inteligencia artificial se ha desarrollado mucho, lo que se puede entender por uno de los videos en los que una persona pide pizza. Al hacer la llamada, recibe una respuesta que identifica al interlocutor como googpiza. La persona procede a discutir una receta de pizza. En respuesta a su solicitud, googpiza sugiere una receta adaptada al estado de salud de la persona que llama. La persona se sorprende de la precisión con la que el sistema de inteligencia artificial entiende sus necesidades de salud y le recomienda una comida adecuada. Si bien este ejemplo es relativamente simple, destaca un posible escenario futuro en el que nuestras vidas podrían ser un libro abierto debido a la integración generalizada de la tecnología de inteligencia artificial. Así como hemos incorporado la tecnología sin problemas en nuestros hogares, desde el salón hasta el dormitorio, las herramientas de inteligencia artificial pueden algún día poseer un conocimiento integral de nuestra información personal. Esto podría ofrecer beneficios significativos, particularmente en el ámbito de la atención médica, pero la contrapartida es la posible erosión de la privacidad personal. Las personas expertas en tecnología pueden encontrarse involuntariamente en el centro de atención, como las celebridades, a pesar de sus esfuerzos por evitar la atención de los medios. Esta situación me impulsó a profundizar en la investigación sobre la IA generativa y sus implicaciones asociadas en materia de ciberseguridad. La llegada de la IA generativa sin duda anuncia el futuro, pero también plantea desafíos, en particular en el ámbito de la ciberseguridad. Históricamente, los atacantes cibernéticos solían ser personas con conocimientos técnicos avanzados, pero con la aparición de las herramientas de IA generativa, incluso un usuario promedio de computadora podría convertirse en un cibercriminal.