Datsko en español
Las ondas electromagnéticas superficiales (SEW) se conocen desde hace 200 años. La primera de ellas fue contada a la humanidad por el monje David Brewster (el ángulo de Brewster). Ahora se utilizan ampliamente en óptica y se investigan en frecuencias de THz en el campo, lo que forma la base del estado actual y el desarrollo futuro de las nanotecnologías (plasmónica). La historia de la investigación de ondas electromagnéticas que son de naturaleza diferente a las ondas espaciales de Maxwell-Hertz y que surgen en la frontera de dos medios con diferentes propiedades dieléctricas, se desarrolló desde la aceptación universal a principios del siglo XX del concepto de SEW de Sommerfeld-Zennek, hasta su negación categórica a mediados del siglo, el resurgimiento del interés en los años 60 y la confirmación experimental a principios del siglo XXI. En Rusia, la teoría de SEW se desarrolló intensamente, y se obtuvieron pruebas experimentales de su existencia: ondas de frecuencias ultraaltas detectadas e investigadas en el laboratorio en semiconductores magnetizados; en agua salada (oceánica); plasma de gas y metales; se observaron in vivo. Las SEW existen en frecuencias hasta ópticas. Hasta ahora, se han explorado mejor en el rango de frecuencias ultraaltas. Los estudios de campo ampliados en el campo de frecuencias altas, bajas y ultrabajas ofrecen perspectivas apasionantes: radar (OTH), nuevos canales de telecomunicaciones globales, monitoreo de la superficie de los océanos, gestión del clima, transferencia inalámbrica de flujos de energía en la superficie y el borde inferior de la ionosfera de continente a continente. Las SEW tienen un pasado espectacular, un presente pragmático y un gran futuro.