Rula Bachour
El Líbano tiene un clima mediterráneo con seis meses de lluvia y seis meses de clima seco. En 2015/16, la superficie mundial de agricultura de conservación (AC) cubrió unos 180 millones de ha (12,5% de la superficie mundial de tierras de cultivo), pero la adopción de la AC en el Líbano ha sido a un ritmo mucho menor, unas 1.200 ha (menos del 1% de las tierras de cultivo totales). Para promover la AC en el Líbano, en 2008 se inició una serie de ensayos de campo en el Centro de Investigación y Educación Agrícola (AREC), la Institución de Investigación Agrícola Libanesa (LARI) y en tierras de agricultores, y continuaron durante varios años posteriores con financiación de la GIZ. Los experimentos de campo se llevaron a cabo en trigo de secano, cebada y mezcla de cebada y arveja, alfalfa, maíz de regadío y en huertos de olivos, manzanos y viñedos. En Líbano, de manera similar a los resultados obtenidos en otros países, la agricultura de conservación condujo a una reducción del costo del combustible, la mano de obra y la maquinaria necesaria para la preparación de la tierra (el costo total de producción del trigo en la producción convencional es de 1130 dólares por hectárea, en comparación con los 900 dólares por hectárea en la siembra directa). Además, condujo a un aumento del rendimiento de los cultivos después de 3-4 años de arveja y mezclas de cebada y arveja de alrededor del 10 %. Al hablar con los agricultores sobre por qué no adoptar la agricultura de conservación a una mayor escala y más rápida, quedó claro que la conservación del suelo y el agua y la regeneración de la salud del suelo no eran la principal preocupación de los agricultores, sino más bien el ahorro económico y una mayor rentabilidad. La falta de conocimiento sobre las prácticas y los sistemas de agricultura de conservación, así como la ausencia de sembradoras de agricultura de conservación asequibles, están desalentando a los agricultores a dejar de arar e iniciar el proceso de transformación para establecer sistemas de agricultura de conservación. El potencial de beneficios que los agricultores pueden lograr a través de los sistemas de agricultura de conservación alentará a más agricultores a adoptar estas prácticas y sistemas de agricultura de conservación en el futuro. El menor costo de producción y la mayor tasa de rentabilidad de la inversión son los principales factores motivadores.