Jamila Fatima L. Saturno, Hong-Seok Mun, Gyeong-Il Kim, Dae-Hun Kim y Chul-Ju Yang
Los cerdos más jóvenes tienden a ser más sensibles a los estreses ambientales, como los cambios de temperatura (estrés por frío), debido a la incapacidad de su cuerpo para regular adecuadamente su temperatura. El proceso de destete es uno de los eventos más estresantes en la vida del cerdo, que puede contribuir a reducir el crecimiento del cerdo, la ingesta de alimento y la eficiencia de conversión alimenticia. El artículo de revisión describe cómo la temperatura puede afectar las eficiencias de producción posteriores, como la ganancia diaria promedio (GDP) y la relación ganancia/alimento (G/F), así como también analiza la adaptación al estrés por frío, la supervivencia y los métodos de manejo en cerdos jóvenes. Los investigadores también incorporaron datos experimentales recopilados con cerdos y los clasificaron de acuerdo con dos etapas de peso corporal: 0 a 10 kg y 10 a 20 kg de peso corporal. Los datos extraídos de la GDP (kg/día) y la relación ganancia/alimento (kg/kg) se analizaron en respuesta a la temperatura ambiente. Durante la etapa de destete, el sistema digestivo del cerdo todavía estaba desarrollándose y ajustándose a la ración de alimento, por lo que se esperaba una GDP más baja, especialmente en los cerdos de rango de peso más bajo. Un nivel bajo de alimentación eleva los requerimientos térmicos del cerdo recién destetado. En temperaturas extremadamente frías, los lechones sobreviven mediante técnicas de adaptación física, fisiológica y conductual hasta que recuperan la estabilidad térmica a medida que maduran. Se han utilizado métodos alternativos como la manipulación de la dieta de las cerdas mediante calor y el suministro de oxígeno para aliviar el estrés por frío. Sin embargo, una temperatura ambiente alta dentro de la zona termoneutral del cerdo destetado produce una mejor GMD y una mejor relación G/F en los cerdos más jóvenes. Comprender el concepto básico de interacción entre el animal y la temperatura ambiente, así como el mecanismo de adaptación del animal en momentos de estrés, puede ser una base para mejorar aún más la productividad porcina y las estrategias modernas para aliviar el estrés por frío.