Hernando Rafael, Jesús Sansón, Rodrigo Silva-Martínez y Yolanda Zamorano
No cabe duda de que el cáncer es causado por la isquemia progresiva y la hipoxia de largo plazo, tanto por la aterosclerosis como por las variantes anatómicas de las arterias en la zona afectada. De esta manera, en estas regiones hipóxicas se altera el metabolismo celular, donde el aceptor final de electrones no es el oxígeno sino una molécula generalmente inorgánica. Por el contrario, la recanalización vascular mediante aspirina puede aumentar el flujo sanguíneo (mayor aporte de nutrientes, oxígeno y antioxidantes exógenos) en las zonas isquémicas y, de esta forma, evitar el desarrollo de células cancerosas. Por estas razones, debemos luchar contra el desarrollo de la aterosclerosis y evitar la exposición a contaminantes ambientales.