Fatemah Samir Smaisem
El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) y el trastorno de pánico (TP) se encuentran entre los trastornos mentales más comunes en los Estados Unidos y pueden afectar negativamente la calidad de vida del paciente y perturbar actividades importantes de la vida diaria. La evidencia sugiere que las tasas de diagnósticos erróneos y no realizados de TAG y TP son altas, y los síntomas suelen atribuirse a causas físicas. El diagnóstico de TAG y TP requiere un diagnóstico diferencial amplio y precaución para identificar variables de confusión y afecciones comórbidas. Se pueden utilizar herramientas de detección y seguimiento para ayudar a realizar el diagnóstico y controlar la respuesta a la terapia. El GAD-7 y la Medida de gravedad del trastorno de pánico son herramientas de diagnóstico gratuitas. Los resultados exitosos pueden requerir una combinación de modalidades de tratamiento adaptadas a cada paciente. El tratamiento a menudo incluye medicamentos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y/o psicoterapia, ambos muy eficaces. Entre los tratamientos psicoterapéuticos, la terapia cognitivo-conductual se ha estudiado ampliamente y tiene una amplia base de evidencia. Las benzodiazepinas son eficaces para reducir los síntomas de ansiedad, pero su uso está limitado por el riesgo de abuso y los perfiles de efectos adversos.