M. Kunhaman
La creciente literatura sobre el desarrollo ha generado una panoplia de conceptos y términos que a menudo crean un fetichismo verbal, destruyen el pensamiento creativo y distorsionan el significado mismo del desarrollo. Una moda actual es el desarrollo inclusivo, un término que no está definido con precisión ni se ha delineado su alcance. Hasta el momento, no hay unanimidad sobre el concepto, la fuente y la medida del desarrollo. Sin embargo, hay una tendencia a considerar el desarrollo como la panacea para todos los problemas de la sociedad. No obstante, hay una escuela de pensamiento que cree que "el desarrollo ha muerto" y que estamos en la "era del posdesarrollo". La teoría y la historia son testimonio del hecho de que no puede haber desarrollo inclusivo en una sociedad dividida a lo largo del eje casta-clase-género. El desarrollo sólo es posible para una persona o un grupo social que tenga una base material. El proceso de desarrollo en la India ha pasado por alto e incluso excluido a los adivasis, que son víctimas habituales de la acumulación primitiva y la opresión en la India en su conjunto. Kerala no es una excepción a este deplorable escenario nacional. Por supuesto, el Estado es aclamado como un modelo de desarrollo, un país de Dios y una sociedad de primer mundo en un país del tercer mundo por su alto IDH, pero los grupos desfavorecidos como los adivasis no han podido aprovechar este logro. Los adivasis en particular han estado perdiendo su base de recursos y siendo excluidos por el desarrollo. Lo que tiene Kerala no es un desarrollo inclusivo, sino un bienestar inclusivo. Parece que existe una necesidad inexorable de volver a los valores de la Ilustración, el liberalismo y el individualismo clásico para que cada adivasi pueda desarrollar todo su potencial.