Abdul-Wahab Tahiru*, Ebenezer John Atsugah, Samuel Jerry Cobbina
Según las nuevas estimaciones de la OMS, en 2012 murieron 12,6 millones de personas como consecuencia de vivir o trabajar en un entorno insalubre (casi 1 de cada 4 muertes a nivel mundial). Los factores de riesgo ambientales, como la contaminación del aire, el agua y el suelo, la exposición a sustancias químicas, el cambio climático y la radiación ultravioleta, contribuyen a más de 100 enfermedades y lesiones. Los crecientes desafíos y los efectos negativos de los contaminantes emergentes que plantean riesgos para la salud humana y el ecosistema ambiental en las últimas décadas, especialmente en las aguas subterráneas, las aguas superficiales, las aguas residuales municipales, el agua potable y las fuentes de alimentos, han suscitado una preocupación alarmante a nivel mundial. Independientemente de los numerosos riesgos identificados y asociados con los contaminantes emergentes, se cree que no se ha realizado mucho trabajo en términos de investigación, políticas y estrategias. Las soluciones eficientes y rentables aún están por implementarse a gran escala.
Esta revisión ha elaborado recomendaciones basadas en la revisión de la literatura que pueden adoptarse y mejorarse para ayudar a desarrollar una tecnología de tratamiento innovadora más adaptable para gestionar los contaminantes emergentes.