Marc J. Donegan
La artritis reumatoide requiere una alta sospecha clínica, un examen cuidadoso y las investigaciones adecuadas para poder diagnosticarla con precisión, lo que puede ser difícil al principio de la progresión de la enfermedad. La aplicación temprana de fármacos biológicos y medicamentos antirreumáticos modificados de la enfermedad ha mejorado los resultados, pero implica un control cuidadoso de la progresión de la enfermedad y los efectos secundarios. La artritis reumatoide se diagnostica principalmente clínicamente. La presentación normal es poliarticular, con dolor articular bilateral simétrico, rigidez y edema. Solo un pequeño porcentaje de personas tiene afectación oligoarticular que es asimétrica. Los síntomas normalmente aparecen lentamente durante semanas o meses, y con frecuencia se presentan anorexia, debilidad o agotamiento al mismo tiempo.