Ayaz Farzand, Anam Moosa*, Abdul Jabbar y Abdur Rashid Khan
Los hongos patógenos se asocian con enfermedades devastadoras de las plantas desde hace siglos, causando enormes epidemias en la historia. Los hongos patógenos de las plantas se han manejado mediante el empleo de múltiples estrategias, incluido el control químico, el control biológico, el manejo orgánico, etc. A pesar de ser un medio rápido para proporcionar un control efectivo, el manejo químico tiene efectos peligrosos para la salud humana y el medio ambiente. Los hongos patógenos se pueden controlar mediante el uso de tecnología transgénica, tecnología molecular y otros enfoques que apuntan a la manipulación genética. La tecnología de ingeniería genética ha sido ampliamente investigada en la era reciente y se han desarrollado muchas plantas transgénicas con una resistencia notable contra patógenos fúngicos potenciales. Las plantas transgénicas tienen la ventaja de ser respetuosas con el medio ambiente. La tecnología transgénica ha tenido como objetivo la ingeniería para la expresión de muchos genes antifúngicos, incluidas las proteínas relacionadas con la patogénesis (PR), fitoalexinas, enzimas hidrolíticas, péptidos antimicrobianos y genes de resistencia (R). La expresión de estos genes antifúngicos se impartió con éxito en las plantas a través de la tecnología transgénica que contribuyó a una resistencia significativa contra los patógenos fúngicos. Otro enfoque, el silenciamiento del ARN, consiste en “apagar” la expresión de genes específicos mediante la introducción de ARN de doble cadena, lo que está adquiriendo una enorme importancia desde la última década. Se han secuenciado con éxito muchos genes fúngicos que codifican factores de patogenicidad. La aplicación del silenciamiento del ARN contra patógenos fúngicos aún es limitada. En esta revisión se analizarán brevemente todas las estrategias que se han empleado hasta ahora para mejorar la resistencia contra los hongos.