Abstracto

Garrapatas hematófagas (Acari: Ixodoidea) y sus huéspedes mamíferos en el entorno urbano: una revisión

Ígor Uspenski

El problema de las garrapatas urbanas surgió a raíz del aumento de la tasa de urbanización que tuvo lugar después de la Segunda Guerra Mundial. La expansión de los límites municipales abarca territorios adyacentes, de modo que grandes áreas silvestres, junto con todos sus habitantes, se encuentran incorporadas a los límites de la ciudad. Las estrategias actuales de conservación y preservación de la biodiversidad incluyen la creación de corredores verdes y otras formas de conectividad entre las áreas silvestres y urbanas, y entre parches verdes dentro de las ciudades. Todo esto permite que varios mamíferos y aves de sus hábitats nativos aparezcan en las ciudades y establezcan poblaciones urbanas permanentes. Los animales de tamaño mediano y grande proporcionan sangre a las garrapatas adultas, creando así las condiciones para el establecimiento de poblaciones de garrapatas. Las poblaciones de garrapatas independientes pueden persistir en bosques urbanos, parques, propiedades privadas, cementerios antiguos, etc. Algunos animales pueden mantener patógenos transmitidos por garrapatas y, en algunos casos, pueden servir como huéspedes reservorios competentes para ciertos patógenos humanos y animales. Las poblaciones urbanas de estos animales son importantes para la circulación de estos patógenos dentro de los límites municipales. Se han reportado casos de infección humana después de picaduras de garrapatas en muchas ciudades. Por lo tanto, la ampliación de las áreas verdes urbanas seguida de su asentamiento por mamíferos y aves aumenta las oportunidades de establecimiento de poblaciones de garrapatas urbanas, con la consiguiente amenaza para la salud de los habitantes urbanos.