S Senthilkumar y RM Vijayakumar.
Los pigmentos vegetales son esenciales para el atractivo de las frutas, acumulándose con mayor frecuencia en la piel durante el proceso de maduración. Los pigmentos más importantes de la fruta incluyen carotenoides y antocianinas. Además de su papel en la pigmentación, son importantes para la salud humana como fuente de vitamina A y compuestos antioxidantes. Los carotenoides comprenden carotenos, derivados de terpenoides que se sintetizan en la fruta a un ritmo elevado durante la transición del cloroplasto al cromoplasto. Las antocianinas, una clase de flavonoides derivados en última instancia de la fenilalanina, son solubles en agua, se sintetizan en el citosol y se localizan en las vacuolas. Proporcionan una amplia gama de colores que van desde el naranja/rojo hasta el violeta/azul. Están ampliamente distribuidas en el reino vegetal. Las betalaínas, compuestos solubles en agua que contienen nitrógeno derivados de la tirosina, también confieren colores de amarillo a rojo, se encuentran solo en un número limitado de linajes de plantas. Las tres clases de pigmentos actúan como señales visibles para atraer insectos, pájaros y animales para la polinización y la dispersión de semillas. También protegen a las plantas de los daños causados ??por los rayos ultravioleta y la luz visible. Una serie de factores y señales influyen en la acumulación de pigmentos, entre ellos la luz, la temperatura, las hormonas, etc. En lo que respecta a las perspectivas hortícolas, se ha descubierto que varias prácticas de gestión de huertos influyen en una mejor coloración de las frutas.