Ellen Horan
El flagelo mundial de la adicción a los estupefacientes es ampliamente conocido. Por ejemplo, en los Estados Unidos (EE. UU.), actualmente se revela que 25,3 millones de adultos sufren los efectos nocivos de la adicción diaria y se estima que 126,1 millones de adultos en los EE. UU. experimentan alguna adicción durante un período de tres meses. Los niños y los jóvenes también luchan contra el dolor intenso y varios estudios revelan que aproximadamente uno de cada seis experimenta dolor constante. En los EE. UU., la nueva plaga de estupefacientes también ha llegado a un punto crítico. Se informa que en 2012, los proveedores de servicios médicos estadounidenses compusieron 259 millones de dosis de estupefacientes para el dolor y que el país consumió el 80% de las reservas mundiales de estupefacientes y casi el 100% del suministro mundial de hidrocodona. Estas asombrosas cifras, incluidas las muertes diarias relacionadas con los estupefacientes en los EE. UU. que superan las 130, merecen una consideración crítica y amplia.