Simón Chummar
La osteogénesis por distracción (OD) desarrollada inicialmente por Ilizarov para el alargamiento de extremidades se ha aplicado recientemente a la corrección de deformidades craneofaciales congénitas o adquiridas graves como una alternativa temprana a la cirugía ortognática. La osteogénesis por distracción implica el alargamiento y la remodelación del hueso deformado mediante una fractura quirúrgica y la separación gradual de los segmentos óseos. El cirujano alarga y remodela el hueso deformado fracturándolo quirúrgicamente y separando lentamente (distrayendo) los segmentos resultantes con un dispositivo fabricado especialmente. Los fragmentos óseos se mantienen in situ durante la primera semana posterior a la fractura quirúrgica para permitir que se forme un callo entre los fragmentos. Durante las siguientes semanas, los fragmentos se separan gradualmente a un ritmo de 1 a 2 milímetros por día, hasta una longitud predeterminada (p. ej., 20 días para 20 milímetros o 5/8 pulgadas). Los segmentos óseos se mueven gradualmente para permitir la formación de callos y la adaptación de las inserciones fibromusculares. Una vez que se logra la longitud y la forma especificadas, el dispositivo se deja in situ durante otras 6 semanas hasta que el hueso recién formado se calcifique. La primera ventaja que se alega en referencia a la osteogénesis por distracción es que permite una remodelación importante de los huesos faciales sin injertos óseos ni alambres en la mandíbula. Los defensores afirman que la osteogénesis por distracción puede ser más segura que otros métodos de reconstrucción facial, ya que puede implicar una menor pérdida de sangre y un menor riesgo de infección. La cirugía ortognática es la corrección quirúrgica de anomalías o malformaciones esqueléticas que afectan la parte media de la cara, la mandíbula y el maxilar.